El método Pilates es el Arte de la Contrología, creado por J.H. Pilates. Se parte de un concepto holístico del cuerpo, mente y espíritu como un todo. Control, estabilización, fluidez y coordinación de movimientos, concentración respiración y precisión son los principios en los que se basa este método.

Mediante la realización de una serie de ejercicios, tomando conciencia del propio cuerpo en movimiento, se fortalece el centro el cuerpo, aportando fuerza, flexibilidad, buena circulación, se incrementa la capacidad muscular y abdominal. Como consecuencia disminuyen las lesiones y dolores localizados.

El corazón bombea con mayor fuerza y a mejor ritmo, se oxigena la sangre y se estimula el drenaje linfático. al relajar las estructuras musculares contracturadas y al fortalecer las estructuras debilitadas, se consigue que las articulaciones se muevan de un modo correcto, sin producir dolor, adquiriéndose además buenos y nuevos hábitos posturales, lo que prevendrá lesiones más graves en el futuro.

Así mismo, es una magnífica actividad para mantenerse en forma si el objetivo a alcanzar es distinto de la rehabilitación, y lo que deseamos es el mantenimiento del bienestar general, a través de un ejercicio armónico. Así mejoramos la calidad de vida en el día a día del paciente, mejorando su función. Las técnicas manuales viscerales colaboran en liberar interrupciones en el flujo de movilidad, suele ocurrir que adherencias y tracciones miofasciales entorpecen la movilidad de las vísceras.

En la postura influyen factores de todo tipo (hereditarios, sociales, laborales o emocionales) así como la actividad que realizamos y los hábitos que vamos adquiriendo. Por ello, cualquier postura mantenida prolongadamente produce cierta carga sobre los músculos y las articulaciones.